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Nace en la ciudad de Glarona, Suiza, el 30 de junio de 1932, primero de dos hijos, transcurre la infancia y la juventud en el pequeño poblado de Haslen, a pocos kilómetros de la capital (de Glarona). Dentro de su familia, la música juega un papel de suma importancia. Su padre, enseñante en la escuela secundaria, funge como director de ensambles instrumentales y corales en los que participa asiduamente también la madre.
Muy pronto, también Jean-Jacques demuestra estar fascinado por la música, e incluso antes de asistir a la escuela, busca el contacto con el piano, imitando a su madre que con frecuencia ejecuta melodías populares. Después, espontáneamente, logra por si mismo reproducir en el teclado aquello que escucha, y se divierte explorando las diversas posibilidades de acompañamiento. Notando su extraordinaria predisposición, su padre inicia muy pronto a impartirle regularmente lecciones según el sistema tradicional.
En 1949 se inscribe al Conservatorio de Zúrich, donde además de la carrera pianística bajo la guía de Erich Vollenwyder y Max Egger, realiza también estudios de contrapunto, composición y dirección.
En 1952 obtiene el diploma de docencia y en el 1956 el de concertista. Sus aptitudes son muy apreciadas por sus maestros y confirmadas por reconocimientos oficiales:
| 1952 | Premio Hegar en Zúrich |
| 1956 | Premio de la Landoft-Stifung en Zúrich |
| 1958 | Medalla de plata y diploma en el concurso internacional Giovanni Battista Viotti en Vercelli |
| 1959 | Segundo lugar en el concurso internacional de piano Maria Canals en Barcelona |
Después de obtener el diploma de concertista se mantiene activo por un breve periodo en Davos como maestro de música en la Alpine Mittelschule. En esta ocasión, conoce a Hannes Keller, químico y matemático, con el cual entabla una profunda amistad.
En el mismo periodo participa con la sección de Zúrich, en un concurso organizado por la televisión suiza en las diferentes regiones, llegando así hasta la final. En esta ocasión, se encuentra con la pianista Marsa Alberta, quien es también finalista en la sección del Tesino.
El premio consiste en un contrato para un concierto para dos pianos y orquesta, transmitido en directo desde el estudio de Bellerive.
Este primer encuentro musical, marca el inicio de una larga e intensa colaboración en dúo pianístico.
En 1959 se transfiere a Bellinzona donde se une a su compañera que desde hacía algunos años, había fundado la Escuela pianística de la ciudad.
Las lecciones son impartidas a nivel profesional, proporcionando así a los interesados, la posibilidad de preparar todas las materias principales y complementarias requeridas para los exámenes de titulación en el Conservatorio Giuseppe Verdi de Milán.
La sede de la Escuela Pianística está equipada con una pequeña sala de concierto en la que regularmente se llevan a cabo lecciones colectivas y recitales. Paralelamente, tienen lugar conciertos de músicos de renombre, reuniones musicales, cursos de historia de la música y conferencias.
Realiza intensa actividad como concertista solista, en dúo pianístico y con orquesta.
para piano
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audio
Franz Schubert, Gran Rondó en La mayor op. 107 (D 951)
para piano a cuatro manos
audio y video
Johannes Brahms, 16 Valses op. 39
para piano a cuatro manos
audio y video
Ludwig van Beethoven, Concierto en Sol mayor n. 4 op. 58 (1. Allegro moderato)
para piano y orquesta
Radiorchestra dirigida por Otmar Nussio
audio
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Acompañando la actividad didáctica y concertística, Jean-Jacques Hauser se dedica a la composición, escribiendo música solista, de cámara y para orquesta, pero raramente abandonando su instrumento preferido: el piano.
En 1962 su "Libro blu" diálogos para dos pianos, se afirma como la mejor composición en el concurso Giovanni Battista Viotti de Vercelli.
En todo caso, su predilección está dirigida hacia la improvisación, que practica cotidianamente en su estudio, y para la diversión de sus amigos y conocidos. Con extraordinaria destreza logra imitar los estilos de los grandes compositores, presentando -en el momento-, las más variadas formas musicales.
Este raro don, despierta la curiosidad y el gran interés de su amigo Hannes Keller, gran inventor en diferentes campos así como entusiasta melómano.
Según él, este modo de hacer música debería ser apreciado también por el gran público. Apoyado por su excepcional fantasía, con increíble habilidad logra inventar la historia del virtuoso Tartarov, pianista mudo…crecido en Georgia.
Concibe así el gran concierto llevado a cabo el 18 de Abril de 1968 en la Tonhalle de Zúrich. En esa memorable tarde, el buen pianista suizo Jean-Jacques Hauser, de expresión ligeramente soñadora, asume de un golpe la personalidad decidida y prominente del virtuoso Tartarov, mito inigualable de la improvisación, que de los grandes maestros del teclado conoce todos los secretos.
En esa fantástica tarde nace el mito Antonej Sergejvitch Tartarov, el virtuoso que, como era costumbre en los tiempos de Franz Liszt, osa improvisar libremente y sobre temas propuestos por el público.
Desde este momento, también los organizadores le piden regularmente incluir en el programa sus célebres interpretaciones "à la manière de…" hecho que otorga al recital una nota de insólita frescura.
Todos los particulares del legendario en la Tonhalle de Zúrich el 18 de Abril de 1968:
- la minuciosa preparación y organización
- la creación de la imagen del "gran virtuoso Tartarov"
- la grabación completa en vivo del concierto
- la reacción del público y de la prensa
- los ecos internacionales
- el resumen de consideraciones de Hannes Keller
- más de cien improvisaciones grabadas en vivo en concierto y en estudios de radio y televisión
pueden consultarse en el sitio www.tartarov.ch.